Etapa III: Operaciones concretas

La etapa operativa concreta es la tercera en la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget. Esta etapa dura alrededor de siete a once años de edad, se caracteriza por el desarrollo del pensamiento organizado y racional.
Piaget (1954) consideró la etapa concreta como un importante punto de inflexión en el desarrollo cognitivo del niño, porque marca el comienzo del pensamiento lógico operativo.
El niño está ahora lo suficientemente maduro como para utilizar el pensamiento lógico o las operaciones (es decir, las reglas), pero sólo puede aplicar la lógica a los objetos físicos (por lo tanto, concreta operacional).
Los niños adquieren las habilidades de conservación (número, área, volumen, orientación) y reversibilidad. Sin embargo, aunque los niños pueden resolver los problemas de una manera lógica, normalmente no son capaces de pensar de forma abstracta o hipotética.
Conservación según Piaget
La Conservación es el entendimiento de que un objeto permanece igual en cantidad aunque su apariencia cambie.
Para ser más específicos, la conservación es la capacidad de entender que la redistribución de la materia no afecta la masa, número, volumen o longitud.
Clasificación
La clasificación es la capacidad de identificar las propiedades de las categorías, relacionar las categorías o las clases entre sí y utilizar información categórica para resolver problemas.
Un componente importante de las habilidades de clasificación es la capacidad de agrupar objetos de acuerdo con alguna dimensión que comparten.
La otra habilidad es ordenar los subgrupos jerárquicamente, de manera que cada nueva agrupación incluya todos los subgrupos anteriores.
Seriación
La operación cognitiva de la seriación implica la capacidad de ordenar mentalmente los elementos a lo largo de una dimensión cuantificable, tales como la altura o el peso.
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